Según el diccionario (el petit Larousse - pequeño Larousse), los celos amorosos son un sentimiento de inquietud dolorosa en alguien que experimenta un deseo de posesión exclusiva respecto a la persona amada y que teme una posible infidelidad. Se trata por tanto de una mezcla de miedo y enfado: miedo de perder al ser amado, enfado al ver que se interesa a otra persona. Detrás de los celos se esconde un auténtico deseo de poseer al otro, de controlarlo.
No existen estudios científicos sobre este tema, pero parece ser que hombres y mujeres son iguales frente a este sentimiento, aunque los hombres tienen tendencia a demostrarlo más.

Orígenes de los celos
Según Freud, es completamente humano y normal sentir celos. Esta emoción encuentra su origen en la infancia. Porque todos sentimos la necesidad de ser queridos desde la más tierna infancia. Queremos ser el preferido de nuestros padres. Cuando llega un hermano pequeño tememos ser abandonados. De este modo nace un sentimiento de celos frente a nuestros hermanos y hermanas.
Más tarde, la experiencia se repite, y esta emoción infantil vuelve a surgir con la pareja. Todos somos un poco celosos en un momento dado. Pero cuando este sentimiento es muy fuerte, revela una auténtica falta de confianza en si mismo. La persona celosa duda no sólo de la fidelidad del otro, sino y sobre todo, de su físico y sus capacidades de seducción. Piensa que no merece el amor de su pareja.

Consejos para vencer los celos
Te damos algunos consejos fáciles a poner en práctica que deberían permitirte superar los celos.
- Haz una lista de las situaciones que provocan un sentimiento de celos y obsérvalas de forma objetiva. Dale la vuelta a los papeles y pregúntate si tu pareja debería sentirse celoso cada vez que hablas con otro hombre. Te permitirá relativizar.
- Comunícate. Comparte tus dudas y tus sentimientos con tu pareja, sin asustarle. Dile que te sientes mal cuando mira con un poco de descaro el escote de tu amiga, comprenderá tu postura.
- Despégate de tu chico. Daos un poco de tiempo cada uno por vuestro lado, sal con tus amigas cuando él vea a los suyos, aprovecha esos momentos de libertad y evita pedirle un informe detallado de su salida cuando llegue a casa.
- Elabora sola o con la ayuda de tu pareja, una lista de todas tus cualidades, de lo que le gusta de tu persona. Cada ves que sientas una crisis de celos, realiza esta lista, para acordarte que no tienes nada que envidiar a esa rubia de piernas interminables.

Cuando los celos son patológicos
Molestarse un poco cuando su pareja mire de cerca a una mujer guapa es normal. Pero cuando una pasa el tiempo espiando, controlando el móvil y acosando con preguntas, o imaginándolo en brazos de otra mujer, se convierte en una obsesión. Se buscan indicios de la pretendida traición, exista infidelidad o no. Los celos se convierten entonces en enfermizos. La solución es consultar un terapeuta que ayude a encontrar confianza en si mismo y en tu pareja.